miércoles, 4 de marzo de 2009

Lo que dejó la 22

Nuevamente Quilmes pagó un precio muy alto el hecho de no poder meter la pelota dentro del arco. Nuevamente se escapó un partido increíble jugando en casa y las esperanzas de seguir subiendo en la tabla se derrumbaron al chocar con una realidad que resulta ineludible. Los hinchas creemos estar acostumbrados a esta clase de acontecimientos pero cada vez que perdemos puntos ridículos, lo sufrimos como si fuese la primera vez que nos pasa. No existe inmunidad posible. La diferencia entre un equipo y el otro está marcada en la efectividad: Quilmes generó, aproximadamente, seis situaciones claras y Almagro, con dos, tuvo puntería y festejó.


El objetivo, impuesto por el propio Pascutti, era ganar todos los partidos de local. Complicado, quedamos sin chances cuando apenas se jugaron dos encuentros, ahora vamos a tener que ser protagonistas cuando juguemos afuera para recuperar los puntos regalados en el Centenario. Un equipo con pretensiones no puede empatar de local contra Almagro, cuyo promedio es de los tres más bajos de la categoría.


Algunos dirán que Quilmes no tiene suerte, pero a la misma hay que acompañarla, y fallar goles abajo del arco es un problema garrafal que, con la situación actual del equipo, se acrecienta demasiado. Hay que entender, sobre todo los jugadores y el cuerpo técnico, que corremos desde atrás y que las fechas pasan…..percibo mucha tranquilidad en algunos.


Entiendo que en Quilmes hay presiones por que, si bien la gente no lo expresa en la cancha, la urgencia del ascenso es notoria. Bajo estas circunstancias la camiseta pesa 200 kilos y las piernitas empiezan a temblar (el sábado, cuando nos acercábamos al arco de Pave), por eso pido que se trabaje más para que los partidos se puedan cerrar antes. Finalmente, las excusas son utilizadas por los mediocres.


Todas son finales, es cierto, pero el lunes en Rafaela nos jugamos mucho más que tres puntos. Quiero ver como sale a plantear el partido nuestro director técnico, si sale a GANAR desde el primer minuto o si sale a especular como lo hizo en San Juan. Dios quiera que no, pero si nos volvemos sin los tres puntos, pienso que, salvo un milagro futbolístico, debemos despedirnos de la pelea.


Absolutamente todos los partidos, por más que lleguemos agonizando, son una luz de “optimismo” para ganar….ojala que Quilmes nos regale un triunfo, ésta vez sin papelones televisados en vivo y en directo.

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