miércoles, 25 de marzo de 2009

Lo que dejó la 25

“Hay que estar tranquilos, si seguimos sumando vamos a estar bien”. Así, con esas palabras se retiró Alberto Pascutti de los vestuarios el sábado pasado. El partido, en cuanto a lo futbolístico, dejó muy poca tela para cortar. Lo más rescatable del equipo fue, para mi gusto, la correcta actuación de Mauricio Almada y el desequilibrio de Diego García cuando ingresó en el complemento. Aunque parezca poco creíble, uno de los jugadores más regulares del equipo es el lateral izquierdo.


Volviendo a la cita del comienzo, claramente las pretensiones del DT no son las mismas que las de los hinchas, y eso, dentro de la cancha, se ve reflejado. Yo no quiero que Quilmes salga a aguantar contra Defensa y Justicia (ni con nadie) y termine defendiendo el empate con casi todos los hombres metidos atrás. No quiero que Pascutti salga a decir que va a revolucionar el fútbol poniendo cuatro delanteros y que después, en los hechos, forme un equipo avaro y sin ganas de ganar. Insisto con lo mismo, ya es hora de dar un paso al costado, seguro algún otro tendrá actitudes alentadoras.


En este partido también me cayó la ficha de que ninguno de los “refuerzos de jerarquía” que vinieron para potencial al plantel van a ser la salvación que muchos esperaban. Bonet no juega a nada, únicamente corre pero cuando hay que poner la piernita y jugar se esconde como el mejor. Herbella, que en la semana se le plantó a Pascutti y le dijo “así no podemos marcar” (por eso salió), no es el mismo y eso lo nota cualquiera. Carretero es un buen jugador pero siempre está solo, y cuando le ponen un socio, desaparece y pasa desapercibido. Reggi es pura voluntad pero físicamente no está para dar lo que Quilmes exige. No puede moverse y le cuesta horrores elevarse, seria un buen suplente, si hace más de cinco goles en el torneo es demasiado. Nuevamente se invierte en jugadores que, seguramente, pasen por el club sin pena ni gloria y, de yapa, dejen, como siempre, una deuda importante desde el punto de vista económico. Siempre la misma historia, los pibes rompen las redes en inferiores y en el plantel de Primera juega cualquiera. ¿Alguna vez se dignarán a poner un equipo con chicos del club?


La camiseta de Quilmes pesa demasiado, para los que juegan y para los que lo ven desde afuera. Quilmes es Quilmes, no es ni El Porvenir ni Los Andes, ni Almagro. Quilmes es un club con historia y que fue CAMPEON EN EL AÑO 1978. Quilmes es un equipo grande, con obligaciones y con la necesidad de subir a la categoría de honor. Me rompe soberanamente las pelotas ver que el señor Alberto Pascutti hace de Quilmes un equipo mediocre, que se conforma con nada y que termina festejando un empate ante un equipo que tiene menos trayectoria que Edgar Ramos. Encima el cara dura dice “venimos bien en casa”, pero le ganamos de orto a Platense y a Tiro Federal y empatamos con Almagro. No hay ninguna seguridad con este tipo dirigiendo al equipo, estoy podrido de su forma de declarar, de su forma de ver el fútbol, de su forma de parar al equipo, de su forma de hacer los cambios y de que quiera implantar en un club importante la mentalidad suya, la de DT de equipo chico.


Andate Pascutti, te lo pide la gente que quiere a Quilmes de verdad y que tiene intenciones de ver a un equipo ganador y protagonista. Ya realmente da asco ver jugar al equipo. Para completar el fiasco, declaras en la semana que “se viene el clásico”…..ya está, listo.


Para finalizar me voy a despedir con una frase que dijo uno de los muchachos de Radio FAN el sábado en la cabina de transmisión: “Evidentemente Pascutti, que dice amar a Quilmes, no conoce absolutamente nada de la historia del club”.


Pido disculpas por que se me soltó la cadena, pero ver al Cervecero ubicado 13º me revuelve el estómago de la peor manera.

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